Historia de Villatuelda

Historia de Villatuelda

Si nos situamos en la época prerromana, las tierras de Villatuelda estaban en territorio vacceo, pueblo celtíbero que fundó Rauda (Roa). Pero los primeros vestigios históricos de Villatuelda conocidos hasta el momento son la fuente y el puente romanos, asegurándonos la existencia de población en la zona hacia los siglos I-II.

Villatuelda – La quilla del puente romano desvía la corriente hacia los ojos

Después de los romanos gobernaron Hispania los visigodos, pueblo llegado de la Galia, hasta que en el 711 fueron derrotados por los invasores árabe-bereberes llegados del norte de África. Tras la razia de Muza (Musà ibn Nusayr) camino de León hacia el 715, los musulmanes debieron controlar la zona hasta mediados del año 900.

Al ir avanzando la Reconquista cristiana hacia el río Duero (ganando Roa, Haza, San Esteban de Gormaz y Osma), se pudieron colonizar el Valle del Esgueva y las tierras del Duero, de manera que el establecimiento del actual Villatuelda se sitúa a mediados del siglo X. Según Ramón Menéndez Pidal, la localidad fue fundada por un foramontano visigodo llamado Théudila, dando lugar al nombre de «Villa Theodila» o «Villa de Teodla» (año 952) y después «Villa Teudela» (año 959), que derivaría en el actual Villatuelda.

El monasterio de Cardeña tuvo bienes en Villatuelda a mediados del siglo X, permutándolos más tarde con el monasterio de Silos.

Desde el 975 hasta su muerte en el 1002 cerca de Medinaceli, las constantes campañas del caudillo Almanzor (al-Mansur) continuaron constituyendo un peligro para las poblaciones cristianas. Esta amenaza debió quedar tan grabada en la memoria colectiva, que las personas nacidas en Villatuelda a principios del siglo XX aún recordaban de sus mayores que «los moros anduvieron por aquí». Sin embargo, no ha quedado referencia especial de ningún romance fronterizo, debido sin duda a que en esta zona las expediciones árabes practicaban el pillaje o el cobro de tributos sin ocupar el territorio de manera permanente (ver la leyenda del túnel).

El lugar quedó adscrito en 1038 a la Merindad Menor de Santo Domingo de Silos y en siglo XII al alfoz de Clunia, aunque en 1154 Alfonso VII lo dona al monasterio de San Juan de Burgos. En el siglo XIII, el rey Sancho IV de Castilla y la reina madre Violante de Aragón entregan Villatuelda a Violante, hermana e hija respectivamente de los anteriores y casada con Diego López de Haro. En 1426, Juan II de Castilla entrega el lugar a Don Diego Gómez de Sandoval para que forme parte del Condado de Castrojeriz como lugar de «señorío» (las villas y lugares preferían ser de «realengo«, ya que sus condiciones jurisdicionales y fiscales eran más favorables cuando dependían directamente de la corona). A partir del siglo XVI estuvo bajo la jurisdición del Ducado de Medinaceli, hasta que la desamortización de Mendizábal acabó con los señoríos eclesiásticos y seculares. También Cabañes de Esgueva, Gumiel del Mercado, Sotillo de la Ribera, Santibáñez de Esgueva, Terradillos y Villovela pertenecieron a la Casa de Medinaceli. Olmedillo de Roa, por su parte, fue jurisdicción del Conde de Siruela y Torresandino señorío eclesiástico, dependiente del Monasterio de las Huelgas.

Carecemos de referencias sobre la guerra de la Independencia en el valle del Esgueva, aunque sabemos que la partida del conservador cura Merino estuvo utilizando las Cuevas del Cura en el valle del Henar en el término municipal de Pinillos de Esgueva. El guerrillero liberal Juan Martín El Empecinado también pudo andar por la zona. La tumba del cura Merino se encuentra en Lerma y El Empecinado fue ejecutado en Roa por orden de Fernando VII el 20 de agosto de 1824.

En el año 1905 varios vecinos de Villatuelda y Terradillos de Esgueva compraron al Estado el monte de La Parda.

Durante el período 1820-1927, el Ayuntamiento de Villatuelda tuvo agregada la localidad de Terradillos de Esgueva, hasta que ésta último solicitó la segregación y creó su propio consistorio por Real Decreto del 13 de Diciembre de 1927.